El miedo.

04.01.2019

Me gustaría compartir este texto basado de la definición que Virginia Blanes hace acerca del miedo.

¿Cómo surge el miedo?, ¿Cómo Se atrapan los seres humanos en el miedo?, ¿Cómo debemos enfocarlo y mirarlo? y sobre todo recordar que  el miedo es la energía opuesta al amor

El miedo es el gran monstruo, el gran límite, pues desde que somos  pequeños nos educan desde el miedo.

El miedo se instala en nosotros cuando hacemos una cesión de nuestro poder para que nos quieran. Ese miedo se instala en nuestro inconsciente y en nuestro consciente y de ahí viene su programación.

Vivimos en una sociedad que tiene muy bien montado el sistema del miedo. Pero el miedo no deja de ser una energía como cualquier otra; como el amor, la abundancia, la escasez... 


Pero, ya sea por inercia, por costumbre, por educación por patrón de percepción, por proyecto sentido, por cobardía...sea por lo que sea, hay mucha gente que se queda anclada y prisionera del miedo.

La energía del miedo como todas las energía depende de nosotros de cómo nos ubiquemos en la situación y desde la actitud interna, consciente y sobre todo coherente, podemos elegir otra energía diferente a la del miedo.

Hay una clave fascinante cuando tomas consciencia de ella, si te paras a observarlo te darás cuenta de que el miedo siempre tiene una raíz, en que se repita algo pasado o que suceda algo "X" en el futuro. En cualquiera de los dos casos, salir del miedo es algo tan sencillo como venir al presente.

Si no aprendemos la lección o no hemos tomado lo que esa circunstancia tiene para nosotros, las cosas se repetirán y en el futuro nos puede pasar de todo, incluso que no exista fututo, por ello, para que vamos a estar perdiendo la energía pensando que puede pasar algo negativo en el futuro.

Pero cuando recogemos toda esa energía y la traemos al aquí y al ahora, el miedo desaparece de forma automática, si nos damos cuenta en el instante actual no hay nada que temer, no hay ningún problema.

Si intentas hacer este el ejercicio de escuchar la voz mental que te habla y que argumenta el miedo, lo que va a argumentar es que puede pasar algo o que se puede repetir. Pero si la obligas a jugar y a estar contigo en el presente, esa voz se calla y el ego que es el gran aliado del miedo se queda sin alimento, deja de engordar y deja de paralizarnos.

Cuando entramos en el miedo hay dos reacciones básicas:

La parálisis, donde dejamos de disponer de nuestros dones de nuestras herramientas y de todo aquello que está en nosotros a nivel integral y que nos puede ayudar a avanzar y alcanzar la felicidad.

La huida con lo que nos perdernos lo que si tenemos ahora para nosotros, desde la huida no tenemos un lugar desde el que partir ni la energía para actuar de una forma coherente y conseguir lo que si queremos y podemos lograr, porque el miedo lo que está haciendo es impedir que alcancemos nuestros tesoros, ya sea el éxito, el amor, la abundancia, la paz...

Es fundamental aprender a reubicarse, aprender a identificar los miedos, uno por uno, porque
en el momento que miramos muchos a la vez entramos en la dispersión y en el desenfoque, y desde ahí  no podemos manejarnos ni podemos actuar de una forma coherente.

Poco a poco con pequeños objetivos puedo conseguir deshacerme de ellos y una vez que logro uno me retroalimento de valor y energía para poder ir a por otro.

Es ir uno por uno y preferiblemente no por el más grande

Básicamente a grandes rasgos es cómo funciona el miedo.

A un nivel más profundo el miedo es un rostro o una manifestación de la separación primera.

Nosotros somos uno, somos unidad y tanto tú como la otra persona es un reflejo mío o una parte de mi alma que se presta para ponerse en frente para poder de una forma más sencilla o más clara aquello que tengo que ver en mí y que ha sido tapado en lo más profundo de mí.

Nuestro miedos nos hacen ver ese juego como destructivo y cruel, pero, cuanto más olvido que somos uno, que tú y yo somos lo mismo y que todo lo que me rodea no deja de ser otra cosa que mi creación y mi proyección, más me desconecto de mi corazón, más me alejo del amor y más entro en miedo.

Lo que realmente dispara el miedo en nuestra alma es sentirme separado.

Fíjate que el juego social, a cierto nivel es perfecto pues saben que ese miedo es un rostro del desamor y una forma de desamor es la dependencia, es la cesión de poder y es la renuncia a la responsabilidad y a la libertad, por ello cuanto más miedo tenemos, más fácil es culpar a otros de lo que nos sucede, más fácil es que hagamos cesiones de poder, con lo cual no descubrimos nuestros auténticos dones y más sencillo es tenernos adormecidos y dominados.

Conformándonos en un personaje con ser algo que ni nos hace felices, ni resuena con nuestra esencia, conformándonos por ejemplo con tener el cariño de nuestra familia o un sueldo para pagar la hipoteca o podemos tener unas distracciones que en momento nos activan el gozo la diversión pero nos mantienen aletargados.

Somos manejables pero nos mantenemos desconectados de nosotros, porque.. ¿Que sucede, en el mismo instante que tomas conciencia de que somos uno y que todo lo que aparece en tu
vida es tu creación y está ahí para ti?  ¡Empiezas a tomar tu poder!

Si todos retomáramos ese poder que nos es robado por el miedo, esta sociedad cambiaria, no nos levantaríamos por la mañana para ver que me hacen o que no me hacen. No nos relacionaríamos escondiéndonos y mostrando solo lo que pensamos que el otro quiere ver de
nosotros para quedarse a nuestro lado, empanzaríamos a brillar, empezaríamos a recuperar todos los dones que por patrón de percepción hemos guardado en nuestra sombra y empezaríamos a Ser plenamente.

Ahí es donde empieza la abundancia, ahí es donde empieza la libertad y evidentemente y ahí es donde tomamos nuestra responsabilidad y donde podemos hacer una creación y una siembra óptima en nuestra vida.

El terror es la máxima potencia del miedo y este se ha sumado con la ansiedad.

La ansiedad con respiración se quita, pero para ello hay que saber respirar conscientemente. En medio de una fobia la persona siente terror porque se activa la ansiedad. El shock es un anclaje del pasado.

Todos los miedos tiene la misma raíz y estas suelen ser dos.

Una raíz es el miedo a la muerte o el final, aquí se engloba el final de una relación, un trabajo.

El miedo a la propia muerte proviene del desconocimiento y la inconsciencia de la propia muerte pues la muerte es un proceso natural.

Cuando nos aferramos a algo, entramos en el estancamiento y con ello impedimos que llegue lo siguiente, pues el apego es cesión de poder que una vez más impide mi plenitud y mi desarrollo para no sacar el máximo provecho de la existencia.

La otra raíz es el miedo a no ser amado, como puede ser miedo al abandono, miedo a no ser visto, miedo a la ausencia de amor, por no estar amándome.

Cuando yo no me amo, no me siento digno del amor y si yo no soy capaz de amarme a mí mismo, cada vez que no me amo dejo de darme el permiso de ser quien soy, me disfrazo para chantajear o manipular a los otros o mercadear el cariño, pues, una cosa es querer y la otra es amar.

Cuando yo estoy siendo desleal a mi propia esencia, me cuesta más aun amar, entonces cuanto más me esfuerzo en que tú me ames, menos me estoy amando, porque más infiel me estoy siendo y por lo tanto más miedo tengo de que tu dejes de amarme, porque en el fondo sé que te estoy engañando, porque me estoy engañando a mí.

La ausencia de amor es uno de los activadores primigenios y es uno de lo que más ramas tiene dentro de los miedos de la gente, porque incluso si vuelvo al ejemplo de la perdida al trabajo se mezclan los miedos de la muerte con los miedos del reconocimiento de quien me pueda despedir.

Todos somos dignos de ser amaos simplemente por existir, no porque demostremos cosas, pues, el tema de la demostración es del ego y cuando entramos ahí entramos en la comparación y por lo tanto entramos en la separación.

¿Qué pasa cuanto más entro en el miedo a que no me amen? Lo que ocurre es que más abro la fisura que tengo interna y más separado me percibo de los demás, creciendo y amplicando el miedo dentro de mí.

Si tuviéramos la conciencia activa de seres de luz valientes viviendo esta aventura humana encarnados con el mismo fin, no habría lugar para el miedo desde la conciencia del alma primera, la vida no puede traerme nada malo para mí, aunque a veces la circunstancias son duras pero no tendremos nada de las que podemos aprender y con las que podemos evolucionar.

Nuestra fortaleza y nuestro intelecto son mucho mayor de lo que imaginamos.

Hay veces que tenemos puntos oscuros en nuestra historia para descubrir quiénes somos, pero el miedo nos quiere hacer ver que hay fuerzas como un dios maléfico o incluso fuerzas oscuras que desean nuestro mal y que desean entorpecernos.

Esta no es la realidad, aunque en este plano si existen fuerzas polares, pues nosotros somos duales aquí, porque hemos olvidado esa unidad pero no hay ninguna fuerza externa que no me esté haciendo lo que yo me estoy haciendo a nivel interno.

No deja de ser dentro del juego una herramienta para que yo vea lo que me estoy haciendo. Cuando desde esa conciencia desde la que estamos hablando yo veo que el universo y la vida lo único que quiere es lo mejor para mí, debo darme el permiso de darme a recibir, porque la vida no puede darme algo que yo no quiera coger, la vida ni una persona, ni un guía ni nadie.

Tenemos que vencer esa falta de merecimiento y esa falta de culpa judío cristiana que esta tan instalada en el consciente colectivo y cuando nos abrimos a recibir incuso si te pasa algo negativo para tu ego desde esa conciencia tú puedes ver que es lo que te ha pasado para dar el paso siguiente.

Por lo que desde ahí no hay nada que temer, si me quedo sin trabajo será para que me de el  permiso de hacer lo que siempre he querido hacer o para evitarme una enfermedad, a para cambiar de ciudad, donde conoceré el amor o quien sabe cuántas cosas más... No sabemos para qué puede ser, pero si negativizamos, nos perdemos el regalo que la experiencia tiene para nosotros.

Recordemos que esto es un juego de amor, donde no hay lugar para ningún tipo de temor y  ahí lo que se activa es la fe en nosotros y sobre todo el amor y la libertad.